martes, 19 de mayo de 2009

EL BOSCO, EL CARRO DE HENO.



EL Bosco.- "El carro de heno". Oleo sobre tabla. Tríptico. Estilo Gótico-Flamenco. (Tabla central: 135 cm x 100 cm. y tablas laterales: 135 cm. x 45 cm cada una). Museo del Prado. En la tabla central se representa un proverbio popular flamenco, basado en los dichos del profeta Isaías: los placeres y las riquezas van en un carro de heno de efímera existencia. El heno representa las riquezas temporales, objeto de codicia. En lo alto del carro se muestra una pareja de campesinos besándose (lujuria). La lechuza simboliza la herejía, el pavo real la vanidad, las criaturas híbridas los vicios... Guiando el cortejo detrás del carro se observa al Rey de Francia, al Papa y al Emperador de Alemania, de tal forma que todos, ricos y pobres, poderosos y vasallos van por la vida tentados por los placeres y alejándose de Dios. Un ángel sentado en lo alto del carro reza a favor de la humanidad, pero tambien hay un demonio azul que toca música para tentar a la pareja, que se deja arrastrar por la lujuria. Arriba en el cielo se encuentra Cristo, quién observa a la humanidad y muestra las heridas del martirio que recibió para redimirla. El panel de la izquierda representa el pecado y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal. Tres imágenes de nuestros primeros padres conforman el panel; durante la creación, en plena tentación ante el árbol del bien y del mal y cuando son expulsados del Paraíso. El panel de la derecha representa el infierno y el castigo de los pecados. Al cerrar el tríptico, existe una pintura que muestra un peregrino. Este es un símbolo de que la humanidad como el peregrino debe hacer un largo viaje para la salvación del alma. Este tríptico, al igual que el "jardín de las delicias" muestra una visión pesimista de la humanidad, arrastrada por el pecado e irremediablemente condenada. No obstante, es indudable su contenido moral y su exhortación a luchar contra el pecado. Si desea saber más sobre la pintura gótica, visita http://artecontacto.blogspot.com/




Roger Van der Weyden. El descendimiento de la cruz.-





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Roger Van der Weyden. El descendimiento de la cruz.- 1435-1440 (220 x 262 cm). Museo del Prado, Madrid. Estilo: Gótico-flamenco. Oleo sobre madera. La atmósfera de emoción intensa es lo más sobresaliente de esta tabla. Nueve figuras de tamaño natural rodean el cuerpo exánime de Cristo. María se desmaya y adquiere una postura semejante a la de su hijo, que pareciera señalar que tanto la madre como el hijo comparten el mismo martirio. El apóstol San Juan sostiene a la Virgen, Cristo, antes de morir, había confiado el cuidado de su madre a este apóstol. El cuerpo de Jesús es sostenido por José de Arimatea (izquierda) y por Nicodemo (derecha). La cruz de reducido tamaño es prácticamente simbólica del martirio. María Magdalena en el extremo derecho es reconocida por el tarro de ungüento y aceites con los que lavó los pies de Cristo. Las dos ballestas que aparecen en la tracería de ambos lados permiten identificar al donante de la obra, el Gremio de Ballesteros de Lovaina. El cráneo de Adán es un elemento constante en los temas del calvario, alude al triunfo Cristo sobre la muerte. Este cuadro carece de profundidad, las figuras están colocadas sobre un fondo dorado donde la naturaleza, que tanto renombre dio a los pintores flamencos, se reduce a unos escasos vestigios en el suelo. El fondo del cuadro concentra la atención del espectador en las figuras, evitando distracciones. Hay fuertes acentos del color rojo, símbolo de la sangre y el martirio, así por ejemplo, las mangas de María Magdalena y la túnica de San Juan encuandran la obra y refuerzan las llagas de Cristo; a su vez el color azul de la María, símbolo el cielo, está hecho con lapislázul, un caro mineral proveniente de oriente, que determinaba los precios de las obras. Este es el panel central de un tríptico, cuyos paneles laterales se han perdido. Si deseas saber más sobre la pintrua gótica, visita http://artecontacto.blogspot.com/